I
Teclear
en distintas ventanas, conlleva una concentración extra para no equivocarse de
conversación.
Inserto
en la pantalla, una mueca de vaya a saber si era alegría o maldad, surgía de su
boca que en silencio se movia como si estuviera hablando con alguien.
En
efecto, varias ventanas, cada una significaba un contacto, una víctima del
juego que hacia 3 años llevaba a cabo.
La
rutina era siempre la misma, conocerla, escudriñarla, encontrarle su punto más
flojo y usarlo para conocerla personalmente y llevarla a la cama para luego
abandonarla.
La
red, amiga de lo desconocido, cómplice de gente perversa que insana se divierte
y deja mal parados a otros tantos miles. La red, da lugar a todo, y él
aprovechaba la situación para conseguir sexo sin obligación, camuflado en el
anonimato y la seguridad que este proporciona.
Hacia
3 años se había separado y su esposa se había llevado a su hija y por lo tanto
ya no la veía, y le echaba la culpa a su ex cuando en realidad el que no hacía
nada para ver a la criatura era el que se mantenía la mayor parte del tiempo
conectado a un mundo que no lo conocía a gente que conocía solo una parte de
el, la más bondadosa, la lastimera, la del pobre tipo abandonado pero la verdad
que se escondía en la penumbra de una habitación rentada es que de pobre hombre
no tenía nada, era de esos que se divierten conociendo varias chicas , una o
dos por día a las que pueden con suerte llevar y revolcar en un cuarto de hotel
y luego las elimina de su MSN.
Mientras
atento leía las respuestas de sus contactos, con el discurso de siempre,
jocosamente se echa para atrás la maraña de rulos que invaden su frente.
Sus
ojos claros se encuentran atrapados por la luz de la pantalla.
Tiene
5 ventanas abiertas, 5 conversaciones y a todas les dice lo mismo y las invita
a salir.
La
magia de la red hace que dos contesten que si al unísono. Dan lugar y hora de
encuentro, la decisión se torna inevitable, dos coloradas, a cual elegir?
II
Karen
hace meses que no encuentra trabajo y se hospeda en la casa de su amiga Raquel.
En
busca de trabajo visita una y otra vez páginas rellenando CV a diestra y
siniestra, mandando cartas de presentación, vendiéndose tal vez como si fuera
un objeto.
Luego
de varios meses, no solo busca trabajo, también aprovecha para charlar y hacer
sociales.
Es
mujer, una mujer atractiva de casi 30 sin hijos y soltera, con la vida por
delante pero siente que esa vida se le escapa, aunque no se da cuenta que esos
sentimientos se agudizan desde que busca trabajo infructíferamente. Pelirroja
de nacimiento, pecosa, con ojos picaros y bien dotada, es llamada a charlar por
varios caballeros que deambulan por la red.
Desde
hace unos meses Raquel al llegar a casa se encuentra con su presencia y esto la
alegra mucho ya que esa presencia brillante le da la sensación de sentirse
menos sola.
III
Raquel
de 36 años, divorciada y con dos hijos adolescentes, vive con su hija y ahora
con Karen. Duermen juntas como amigas adolescentes, se cuentan todo, no paran
de charlar y comparten a veces contactos de la red porque como es previsible
frecuentan las mismas páginas en busca de un poco de diversión.
Raquel,
más experimentada ya ha conocido gente por Internet y contrario a los
comentarios siempre ha salido airosa de esos encuentros, ha tenido suerte ya
que sabe perfectamente que detrás de la pantalla puede haber cualquier cosa,
desde el príncipe azul hasta un delincuente pervertido, pero se cuida ya que
tiene sobre sus espaldas la conciencia de vivir por sus hijos.
Raquel
es una mujer muy activa que conoció a Karen cuando retomó los estudios hace ya
varios años, estudia abogacía igual que Karen.
Estudia,
trabaja, va al gimnasio, cuida de sus hijos, el perro, el gato, la tortuga y
ahora de su amiga.
Adora
hacer gimnasia en cumplimiento quizás de ese viejo sueño de niña que no pudo
cumplir, ser bailarina del colón. Va a natación y de allí sale más tranquila
que de costumbre, es una persona tranquila, madura, que sabe lo que quiere y
cuando lo quiere aunque la vida pare haber sido un poco exigente con ella,
nunca tuvo un marido que trabaje es por eso que se decidió a estar sola y no
llevar hombres a su casa, su casa, ese cielo que compartía con su hija ya que
su hijo se había ido a vivir solo en busca de libertad. Su partida le dolió pero
la comprendió, como comprendió cada golpe que le la vida le supo proporcionar.
IV
Miércoles,
muy miércoles para Raquel que había sacado días de vacaciones pero su economía
no la dejaba irse a ningún lado, por lo que se la pasaba en su casa descalza y
relajada, más relajada que de costumbre.
Karen
volvió decepcionada de una entrevista laboral, una de tantas pero enganchada
con un hombre que había conocido por Internet.
Raquel
contaba dentro de sus pocas pertenencias con una PC que habia adquirido hacía
como 4 años y que le servía para la facultad y para hacer sociales al igual que
Karen.
Dado
que ambas chateaban cuando estaban juntas usaban la misma pc y consiguieron un
programa mediante el cual podían abrir sus cuentas de MSN al mismo tiempo.
Con
esto se divertían bastante ya que esta tecnología no era del todo conocida.
Esa
tarde Raquel charlaba con Hugo quien insistía en que se encuentren luego de que
la anterior salida se había visto frustrada por “razones ajenas a su voluntad”
a decir verdad Raquel no había concurrido a la cita pero Hugo no lo sabía y
rogaba su perdon con una infinidad de caritas llamadas emoticons.
-
Tengo que ponerme a bailar como Barney? – Decía
Tan
solo imaginarlo iluminaba la sonrisa de Raquel que no le creía nada a esta
persona, pues ya había encontrado en las charlas situaciones que no la
terminaban de convencer.
Karen,
mas confiada e inexperta creía en todos los que hablaban con ella y eso era un
problema porque siempre salía lastimada.
Ambas
conectadas a MSN mientras tomaban mate en la habitación fueron sorprendidas por
una misma frase en la ventanita de Hugo que sin que el lo supiera las tenía a
las dos como contacto.
Raquel
hace caso omiso a la invitación, mientras que Karen, cautivada por el hombre le
responde con una larga explicación de todo lo que hizo en el día que no puede
salir hoy.
-
Tengo que ponerme a bailar como Barney?
Eso
hizo que Karen estalle en risas lo que llamó poderosamente la atención de
Raquel. Cuando se dieron cuenta de que era la misma persona que las invitaba a
salir en el mismo momento, decidieron decirle que si , las dos.se miraron con
esa mirada cómplice que tenían cada una, una mirada que decía todo, como es de
esperarse en amigas inseparables como lo son.
V
Cuando instalaron el
programa que permite abrir dos MSN juntos en la misma PC, Raquel y Karen no
imaginaron que podría divertirse tanto. La tarde rayaba aburrida, o cotidiana, fresca tarde de octubre, y ambas de charla vieron como la luz naranja marcaba en sus MSN que alguien les hablaba.
Era Matías, asombrosamente, ambas tenían el mismo contacto.
Asombrosamente, el tenía el mismo discurso con ambas.
Soltaron una carcajada, definitivamente era una tarde para divertirse.
Un “te invito a cenar” decía en ambas conversaciones iniciadas por la misma persona.
-
Te dije que era un chanta – se jactó Raquel
-
Es que no puede ser, era todo amor cuando lo conocí!!
Me las va a pagar – dijo Karen sacando desde lo más profundo de su ser la
“tanada “ que había heredado de su padre.
-
Y que vas a hacer? Yo ni pienso ir a verlo, esa gente
no se merece ni que me lave los pies para ponerme zapatos – jocosa y con aire
de saber que estas cosas pasan y que no vale la pena hacer nada.
-
Tengo que cobrarme, el tipo nos esta mientiendo!
-
Te miente a vos porque para mi no tiene importancia
-
Nos miente , aunque a vos no te importe! Como me
gustaría aparecerme mientras esta con su otra cita
-
Che che que la otra cita soy yo – dice burlonamente –
Aparecete total va a estar solo esperandome – y le paso un mate
-
Anda!
-
Eh? A donde? Naaa no vale la pena, es un pobre tipo que
no sabe lo que quiere
-
Anda! Por favor y cuando están en plena charla aparezco
yo. Quiero ver su cara… por favor, por favor, por favor, por favorrrrr
Una carcajada estalló en el aire y como si nada de todo esto
habría pasado siguieron tomando mate y contandose como fue el día.
Ambas respondieron que si, y en un instante pusieron en un aprieto a Hugo que debía elegir a cual de las dos dejar plantada.
Raquel y Karen, pensaron que se había equivocado, no eran mal pensadas y creían en la buena voluntad de la gente. Pero … hay gente en la que no se debe confiar.
Así es que, decidieron ellas con quien se vería Hugo esa noche. Karen escribió:
-
Ah perdón, hoy no
puedo, recordé que quedé con mi amiga para ir a cenar con ella. Espero no te
enojes y me invites otro día.
-
Claro reina!! No podría
enojarme con vos bombón.
Listo, solo quedaba que Hugo
le confirme a Raquel a que hora y lugar de encuentro. Cuando Raquel lo convenció de verse cerca de su casa, ya que no valía la pena ni viajar por una persona que juega a dos puntas, se despidió con un “nos vemos en un rato” y se fue sonriente a tomar mate con su amiga. Con la firme idea de dejarlo plantado.
Porque no dejar plantado a alguien que desde antes de conocerte te esta mintiendo?
VI
Llego a la pizzería indicada y no dejaba de mandar msj a
Karen, que “te extraño” “quiero verte” y varios mensajes que no recibian
respuesta porque seguramente esta con su amiga, pero claro, Hugo es un tipo al
que le gusta estar presente en todo
momento cuando conoce una amiga y manda mensajes de ese estilo a cualquier hora
como queriendo probar la paciencia o la soltería de la otra parte.
Hugo se siente el tipo más ganador del mundo, una esperando y
la otra por llegar, el galán del año y se vuelve a acomodar esa maraña de rulos
que siempre puebla su frente, para dejar ver esos ojos verdes con los que
cualquier chica caería cautivada en un santiament.
Se acomodó en una mesa y se aproximó el mozo
-
Estoy esperando a alguien, luego ordeno – sin apartar
la vista de su celular
VII
-
Che mira que ya te tenés que ir a ver al tipo este –
dijo Karen
-
Ya??!! Uy pará que me lavo los pies que anduve descalza
todo el día
-
No te vas a cambiar?
-
Para que? – sonriendo maliciosamente
Raquel
se calzó, y aunque estaba de entrecasa, igual era una mujer muy atractiva, así
este toda desdeñada, su atractivo no la dejaba nunca, se miró en el espejo y
salió.
-
Mira que no tengo crèdito como hago para avisarte que
ya llegué?
-
Tomá mi telefono que no deja de sonar y dame el tuyo
-
Ok, vamos?
-
Enserio vas a hacer esto por mi?
-
Obvio, para que somos amigas?
Dicho
esto se encaminaron a Poi.
VIII
Los mozos levantaron su vista cuando la mujer de cabello colorado entró al lugar con sus 36 años bien puestos.
Un pantalón veraniego ajustado y una remerita que remarcaba sus firmes pechos llamaban la atención de los caballeros del lugar.
Parada en la puerta, divisó los ojos grandes y verdes de un muchacho que la miraba asombrado con el celular en la mano.
Le regalo un “hola” con una sonrisa y se sentó con él.
Una frívola conversación entre ambos no dejaba de ser interrumpida por los constantes intentos de llamada que él repetía insistente con su celular.
Mientras la cintura de la mujer se zamarreaba con la vibración de esas llamadas que ella no contestaba. Sonreía, ella lo miraba y sonreía.
-
Es bueno conocerte dijo Matías (ese era el nombre que dio cuando se conocieron
en una página de Internet) pero ella lo recordaba por “Barney”
-
Lo mismo digo. Pero si estás ocupado, me voy a mi casa. – Mirando el
celular que el no dejaba ni un instante.
-
Discúlpame, es u poco de trabajo nada más. Dejé de hacer algunas cosas
para llegar a horario y estoy tratando de arreglarlas.
-
Claro - Dijo con una sonrisa burlona Raquel, mientras el celular de su
amiga seguía sonando insistente y haciéndole cosquillas, Si, el celular de su
amiga, porque lo habían intercambiado antes de salir.
La frialdad de la charla
continuó por unos momentos. Ellos se habían conocido en una página de Internet
y esa tarde él para reivindicarse de haberla dejado plantada el sábado a la
noche la invito a cenar. Porque una mujer que es plantada por un hombre que no conoce, acepta una segunda invitación? Su rostro, su físico no dan a pensar que se encuentre desesperada. Al contrario, de sentarse al azar en cualquier mesa con un caballero solo, éste la habría aceptado gustoso.
Que le hace a una mujer dar una segunda oportunidad?
Amor o venganza, son los únicos motivos que se me ocurren y definitivamente no estaba enamorada de él, aunque le resultaba atractivo, solo que … conocía su juego y a ella le había empezado a gustar el juego. Solo que el no lo sabía.
X
Sus ojos se ampliaron al máximo cuando Raquel dijo
-
Hola! Que andas
haciendo por acá? – y se dirigía a una mujer de pollera corta y pecas radiantes
que se había parado junto a ella.
-
Estoy esperando a mi
amiga, nos íbamos a encontrar acá, pero llegué tarde. Ý con una sonrisa
actuada, miró a Hugo y le dijo- Oh! Como estas? Creía que tenías que trabajar.
Todo bien? – con una segunda sonrisa totalmente burlona.
Hugo miró al mozo que
presenciaba la escena e intuía por su rostro que comenzó a sudar que el
muchacho se encontraba en problemas.
-
Ustedes se conocen! –
dijo Raquel, mirando seria y con asombro bien actuado a Matías
-
Si, -dijo Hugo
titubeando y transpirando aun más.
-
Bueno, entonces se
puede quedar así charlamos
La noche se tiñó de negro
para Hugo con esa propuesta espontánea que acababa de entrar a sus oídos y que
se repetía una y otra vez en su cerebro burlándose de el y haciéndolo pensar
que estaba siendo cazado. Se dio cuenta que dejó de ser el cazador en este
juego y no podía disimular el temor que esto le causaba. Raquel y Karen charlaban amenamente mientras Hugo absorto las miraba, sudaba, sus manos temblaban. Hasta que las dos mujeres decidieron participarlo de la conversación
-
Pedimos otra cerveza? .
dijo Raquel, y Hugo solo asintió con la cabeza ya que sus palabras parecían
estar prisionera de su asombro.
-
Si quieren me retiro y
los dejo solos chicos. Dijo Karen con sus ojitos brillantes y rozagante
vocecita burlona.
-
No! Es mas divertida la
charla entre amigos – Dijo Raquel – Vos que opinás? – Pregunto a Hugo que aun
no podía reaccionar.
Llamó al mozo, quien se regocijaba
de la situación y cada vez se acercaba más a la mesa para escuchar lo que en
ella sucedía, limpiaba mesas limpias, hasta regaba las plantas de las masetas
cercanas. Había entendido la situación mucho mejor que Matías que aun no salía
de su asombro y solo lo buscaba con la mirada, una mirada asustada, pidiendo
que alguien lo ayude. - Una pizza con jamón y morrón y una cerveza más, por favor. Solicito Raquel al mozo cordialmente con una sonrisa. Quien le respondió con otra más cómplice.
-
Entonces, como se
conocieron ustedes? – Preguntó Karen a Hugo, que no dejaba de temblar y que en
estos momentos ya se le habían cruzado todas las hipótesis de una noche de
bruja. Quizás con suerte vuelva desnudo y caminando a su casa, quizás con
suerte.
-
Por Internet – Se apuró
Raquel a responder, cómplice de Karen en sus certeros intentos por hacer sentir
incomodo al hombre que tenían sentado en el banquillo de los acusados.
-
Igual que nosotros! –
soltó animadamente Karen al aire y eso pareció darle un cachetazo más a Matías
al que le comenzaba a faltar el aire. Y miraba para todos lados en señal de una
clara sensación de persecución. El miedo lo invadía.
Que pasará por la mente de
un hombre que acostumbrado a ser cazador, se da cuenta que ha sido cazado?
XI
Terminada
la pizza y las cervezas, ya hechas las 11 de la noche de esta noche de
miércoles, llego el momento de irse.
Hugo
no sabía si salir de la pizzería con esas dos mujeres, aún estaba bajo el
efecto de alguna de sus hipótesis, porque entendió que la lógica de las cosas
indicaba que ante una situación así las cosas no podrían salir mal.
Raquel
se despidió en la puerta y Karen hizo lo mismo aunque salió disparada para la
casa de Raquel y esa acción hizo a Hugo que por fin pida ayuda.
-
Por favor, no me hagan nada, a donde va la petisa?
-
Se va, no tengas miedo, no mires atrás y toma el
colectivo en esa esquina y no te bajes hasta que conozcas el lugar, estos no
son barrios para chicos como vos. – esta recomendación, que dio mientras se
iba- sonó más como amenaza que como consejo en los oídos de una persona que
había sido cazada.