jueves, 1 de octubre de 2015

Como subir una escalera



Una escalera se sube de diferentes maneras. Depende de la escalera, pero más depende de la edad y condición e interés del que sube en llegar a la sima. 

Las escaleras en la entrada de una iglesia, no serán subidas de la misma manera por una novia que por una anciana que va a expiar culpas. La novia tendrá los ojos en alto sin perder de vista la sima, mientras que la anciana, mirará sus pies porque tal vez el menor de sus miedos sea caer.

Las escaleras internas de una casa, esas que suelen llevar al dormitorio. No es lo mismo subirlas si se va a dormir o si se va acompañado entre besos perdiendo la ropa en cada escalón. Se recomienda la segunda opción.

En cuanto a una escalera de obra, esas que hay en el galpón de cada casa y que se usan para hacer arreglos, las que usan los albañiles y los pintores. Esas son las más indómitas, esas se vuelven rebeldes según la hora del día. A las 9 de la mañana se suben si esfuerzo, mientras que llegadas las 5 de la tarde, uno las mira como si subirlas implicara una escalada al Himalaya.

No solo se trata de poner un pié en un escalón tensar los músculos, hacer la fuerza necesaria con la pierna para impulsar el cuerpo, levantar el otro pie y volver a hacer el mismo ejercicio.

No, implica además, una posición de la cabeza, un apoyo con  los brazos si fuera necesario y lo más importante, la mirada. A donde orientar la mirada. La lógica indica que hacia la cima, pero no siempre es así.

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