jueves, 20 de agosto de 2015

Hipótesis de una desaparición



Terminó de leer el libro. Se pasó la noche despierta. Quizás es por eso que no sonríe y sus ojos parecen tristes detrás del maquillaje.
Ahora va a tener la difícil tarea de encontrar su sonrisa.
¿Qué le pasó? Quizás quedó atrapada en el libro que aun toca con sus manos. Hay libros que atrapan sonrisas, crean sueños, fabrican lágrimas y otros que generan sueño.  
La ausencia en su rostro, hace pensar, que los libros tienen vida y así como se puede llorar con uno, se puede reír, soñar, y hasta volar con otros.
¡Volar! De chiquita siempre quise volar y mi mamá me compró un tutú rosa y me mandó a danza clásica. Indudablemente, aprendí a volar al son de violas y violines e infinidad de sonrisas pero ningún libro. Esos llegaron después. Pero esto no se trata de mí, ni de vuelos remontados y aterrizajes forzosos.
Esto, se trata de la sonrisa innata pero ausente que dejó la habitación fría y descolorida. Esa que si brilla, ilumina hasta la noche sin luna.
La luna, manía de los poetas, la manipulan y la usan como a una puta. Pero no por puta es sospechosa en esta desaparición. Habrá que interrogarla, pero buscar más cerca, no siempre las desapariciones esconden un delito.
¿Qué le pasó a su sonrisa?  ¿Habrá quedado cautivada, en ese rincón en el que nos acomodamos a leer lo que “queremos” y no lo que “debemos”? Tal vez acompañó a su imaginación, se volvió ave y remontó vuelo por paisajes, rostros y lugares donde nunca estuvo y quiso conocer. Leer, es también una manera de viajar.
Quizás se enamoró de una palabra pronunciada. Pero ¿A dónde van las palabras dichas? Ya pronunciadas deben ir a algún lugar, el mundo no aguantaría su peso. Existe “el almacén para las palabras terribles” ¿Y el resto? ¿Corretean por doquier y su sonrisa escapó con alguna?
¿Qué le pasó a su sonrisa?  ¿La olvidó en el bazar, al comprar una lata con el rostro de Marilyn?. El gran mito erótico de los cincuenta, tapa de Playboy y quien cantó “Los caballeros las prefieren rubias”.
¿En verdad las prefieren rubias? Yo crecí con el mito “las rubias son huecas”, “las coloradas son putas”, “las inteligentes son feas”.
         “Happy birthday, Mr. President…” entonó ardiente y glamorosa, con una sensualidad tal que hizo hervir la sangre de los hombres del mundo y nos enseñó abiertamente a ronronear.
Aunque se pueden lograr grandes cosas con sonrisas. Las sonrisas seducen, y convencen más que las espadas. Pero nada se compara con la pluma. Pues hay mujeres que seducen de otra manera.
Con un libro en la mano, leyendo. Y ni hablar de las que escriben; y si escriben poesía… ¡Oh! Sí, esas son las peores. ¿Acaso, alguien no ha sido embrujado por la poesía de Alfonsina? ¿Quién no se enamorarían de María Ester Rinaldi si bebieran de sus versos? Poetizas ¡Que especie peligrosa!  
La radiante Marilyn, hizo poesía con su cuerpo y su sonrisa. Haber abrazado el don de las letras y el mundo habría sido distinto. Pero naufragó en una contradicción permanente, entre lo que aparentaba ser y lo que pensaba. Una buena razón para aceptar que somos los hijos de la  contradicción.  
¿Qué le pasó su sonrisa? Podría formular mil hipótesis sobre donde fue a parar. Quizás se escabullo por la puerta blanca y huyó del barrio que la vio crecer. 

Para Sol

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